Oyes ruidos extraños en los radiadores o notas que no calientan del todo, especialmente en la parte de arriba? Si es así, antes de culpar a la caldera, la solución puede ser más simple de lo que crees: purgar los radiadores.
Con la llegada del frío, este sencillo gesto de mantenimiento es clave. Purgar tu sistema no solo mejorará el rendimiento de tu calefacción de inmediato, sino que tu bolsillo también lo notará. ¡Prepara tu casa para el frío y empieza a ahorrar!
¿Por qué es crucial purgar los radiadores?
Con el uso, el circuito cerrado de calefacción acumula pequeñas burbujas de aire. Este aire impide que el agua caliente circule correctamente por todo el radiador.
Esto provoca los problemas que ya conoces:
- Zonas frías en la parte superior del radiador.
- Ruidos molestos de burbujeo o golpeteo.
- Un menor rendimiento térmico general.
El resultado es simple: tu caldera trabaja más para calentar menos. Estás gastando más dinero para tener menos confort. Según expertos en eficiencia energética, purgar los radiadores puede mejorar su eficacia hasta en un 20%, lo que se traduce en un ahorro muy significativo en tu factura.
Cómo purgar tus radiadores: Guía paso a paso
No necesitas ser un manitas ni llamar a un técnico para hacerlo. Solo sigue estos sencillos pasos y ten a mano dos cosas: un destornillador (o una llave de purga específica, a veces incluso una moneda funciona) y un pequeño recipiente (un vaso o un cuenco) para recoger el agua.
- Apaga la calefacción: Este es el primer paso y el más importante por seguridad. Apaga tu caldera y espera a que los radiadores se enfríen por completo.
- Prepara la zona: Coloca el recipiente justo debajo de la válvula de purga para no mojar el suelo. La válvula suele ser un pequeño tornillo o llave hexagonal situada en uno de los extremos superiores del radiador.
- Abre la válvula de purga: Gira la válvula lentamente en sentido contrario a las agujas del reloj. Escucharás un silbido: es el aire acumulado que está saliendo.
- Cierra la válvula: Mantén la válvula abierta hasta que el silbido pare y comience a salir un chorro de agua constante y fluido. En ese momento, ciérrala rápidamente girando en el sentido de las agujas del reloj (sin apretar en exceso).
- Repite el proceso: Haz esto en todos los radiadores de tu casa. Se suele recomendar empezar por los más cercanos a la caldera.
- Comprueba la presión: ¡Casi has terminado! Al sacar aire y algo de agua, es normal que la presión del circuito baje. Ve a tu caldera y comprueba el manómetro. Lo ideal es que la presión esté entre 1 y 1,5 bares (consulta el manual de tu caldera). Si está por debajo, añade agua al circuito hasta alcanzar el nivel óptimo.
Otros trucos para ahorrar energía este invierno
Además de purgar los radiadores, hay varios gestos simples que te ayudarán a mantener el calor sin gastar de más:
- Aísla bien: Revisa ventanas y puertas. Usar burletes adhesivos puede evitar fugas de calor muy costosas.
- Usa el sol: Abre las cortinas y sube las persianas durante las horas de sol para calentar la casa gratis. Ciérralas en cuanto caiga la noche para guardar ese calor.
- No los tapes: Evita cubrir los radiadores con ropa mojada o pegar muebles grandes a ellos. Necesitan espacio para que el aire caliente circule.
- Termostatos programables: Son tus mejores aliados. Ajusta la temperatura para que baje cuando no estás en casa o por la noche.
- Compara tarifas de energía: Los precios de la luz y el gas cambian constantemente. Podrías estar pagando más de lo necesario por simple inercia.
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El frío no tiene por qué ser sinónimo de una factura elevada. Un gesto tan simple como purgar los radiadores marca una gran diferencia, pero revisar tu tarifa puede ser el ahorro definitivo.
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Un pequeño gesto hoy puede ser un gran ahorro mañana. ¡Prepárate para el frío con eficiencia!